Infecciones de repetición, picores, incomodidad en la zona genital y ya no sabes qué más hacer para evitarlo y por fin sentirte bien. Hoy te desvelamos cómo mantener una buena rutina de higiene íntima femenina.

¿Qué es el cuidado íntimo femenino? 

El cuidado íntimo femenino es el conjunto de hábitos y prácticas que tienen como objetivo mantener la salud y el equilibrio de la zona genital femenina. Esta zona es muy delicada y sensible, y requiere de una atención especial para prevenir infecciones, irritaciones, molestias y alteraciones del pH. 

¿Cómo realizar una correcta higiene íntima para evitar infecciones? 

La higiene íntima es fundamental para el cuidado íntimo femenino, pero debe realizarse de forma adecuada para no dañar la flora vaginal ni la piel de la zona. Algunos consejos para una correcta higiene íntima son: 

• Lavarse la zona genital externa con agua tibia y un jabón neutro o limpiador íntimo recomendado para la zona íntima. Busca tu limpiador más adecuado según tu etapa. Por ejemplo, hay limpiadores para edades fértiles o para la menopausia.  
• Secarse bien con una toalla suave y limpia, sin frotar ni dejar humedad. 
• Evitar el uso de duchas vaginales, desodorantes, perfumes, talcos o productos irritantes en la zona íntima, ya que pueden alterar el pH y la flora vaginal. 
• Cambiar con frecuencia la ropa interior, preferiblemente de algodón, y evitar la ropa ajustada o sintética que impida la transpiración. 
• Utiliza productos de higiene menstrual respetuosos con tu cuerpo, como la copa menstrual. Las copas Ammo respetan tu cuerpo, te ayudan a conocer mejor tu ciclo menstrual y te ayudan a prevenir infecciones.  
• Lavarse las manos antes y después de manipular la zona íntima, especialmente si se usa un método anticonceptivo o un juguete erótico. 
• Limpiar la zona íntima de adelante hacia atrás después de orinar o defecar, para evitar el contacto con bacterias fecales. 
• Mantener una buena higiene bucal y dental, ya que las bacterias de la boca pueden provocar infecciones en la zona íntima si se practica sexo oral. 

Hábitos que reducen las infecciones vaginales y aumentan el bienestar íntimo 

Además de la higiene, existen otros hábitos que pueden contribuir al cuidado íntimo femenino, como: 

• Llevar una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y lácteos, que aporten vitaminas, minerales, fibra y probióticos para reforzar el sistema inmunitario y la flora vaginal. 
• Beber al menos 2 litros de agua al día, para mantener una buena hidratación y favorecer la eliminación de toxinas y residuos. 
• Evitar el consumo excesivo de alcohol, tabaco, café, azúcar, sal y alimentos procesados, que pueden afectar al pH y la flora vaginal, así como a la salud general. 
• Realizar ejercicio físico moderado y regular, para mejorar la circulación sanguínea, el tono muscular, el estado de ánimo y la autoestima. 
• Descansar lo suficiente y evitar el estrés, que puede alterar el equilibrio hormonal y el funcionamiento del sistema inmunitario. 
• Usar preservativo en las relaciones sexuales, para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual y el embarazo no deseado. 
• Acudir a ginecología al menos una vez al año, o ante cualquier síntoma o duda sobre la salud íntima, para realizar revisiones periódicas, pruebas de detección precoz y tratamientos oportunos. 

El hidratante que reduce las infecciones vaginales

Tener una zona íntima hidratada es otro de los pasos para sentirnos bien. Pero ¿qué hidratante elegir que además nos ayude a reducir infecciones y calmar la zona íntima?

El hidratante Ammo, con aloe vera, camomila y ácido láctico, no sólo es un hidratante de aplicación diaria, sino que ayuda en los tratamientos de cicatrices o sequedad vaginal. El aloe vera ayudará a que esa cicatriz que estás tratando se regenere más rápidamente. Cuando sentimos picor o prurito en la zona íntima, la camomila es una gran aliada para calmar y, ¿qué hacer si nuestro PH vaginal tiene la tendencia a desequilibrarse?. Por eso, el hidratante Ammo contiene ácido láctico. Éste re-quilibra la flora manteniéndola a raya.